“Morir de pie. Stand-up comedy (y Norteamérica)" reivindica la importancia del monologuismo estadounidense dentro del arte contracultural que ese país generó durante la segunda parte del siglo XX, a la altura de sus representaciones musicales, cinematográficas o literarias. Parecía necesario (ad)juntar la figura del stand-up norteamericano al arquetipo de Hombre Público Norteamericano, que sería esa persona que, tras incubarse en la tradición de la libertad de expresión (Primera Enmienda), religión americana (a la manera que la entiende Harold Bloom), libre mercado y propiedad privada, se sube a un escenario y habla. Junto al stand-up, otras representaciones del Hombre Público Norteamericano serían, en mi opinión, el político, el profeta, el colono o el medicine man. Sorprendentemente, como veremos en el libro, todas ellas confluyen en Joseph Smith Jr. (1805-1844), el fundador de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días o, a lo fácil, del mormonismo. Finalmente, además de realizar una breve historia del stand-up, el libro también explica cómo y por qué en los sesenta, al igual que en otras disciplinas como la música o la literatura, al stand-up contracultural se le pedía que subiese al escenario a hablar de "si mismo", de su "yo interior".

-- Edu Galán (Eduardo Galán Mesa, Oviedo, 1980) es uno de los creadores de la revista satírica Mongolia y ejerce como crítico de cine en el diario La Nueva España y en la revista Cinemanía. Es codirector de los cursos de la Universidad de Oviedo "Hazles reír", que estudia el humor y sus circunstancias. Ha publicado un ensayo sobre el cineasta Christopher Guest, "This is (not) Spinal Tap", incluido en la obra colectiva "Una risa nueva" (Nausícaä, 2011) y editó el imprescindible ensayo sobre series “Todavía voy por la primera temporada” (Ed. Léeme, 2014).

-- Darío Adanti (Buenos Aires, 1971) empieza a publicar en medios argentinos como El Porteño, Humor o Página / 12 en 1990. En 1996 se muda a España y publica en El País, Público, El Jueves y Fotogramas. Autor de tebeos como La ballena tatuada, El Calavera, Caspa radioactiva, y Mis problemas con Amenábar, Vida mostrenca, junto con Jordi Costa. Edita junto al Negro Rapa y El Gallego Bravo, el fanzine Viernes peronistas. En el año 2012 funda con otros cinco amigos la revista satírica Mongolia.Eduardo Galán Mesa

Rico, poderoso, alto y delgado, manos largas y dedos afilados, largo cuello de cisne, ojos con una fuerza tan poderosa como una droga, voz suave e hipnótica, con un perfil majestuoso, cultísimo, doctor en Filosofía y en Medicina, frío, sin escrúpulos y con una voluntad de hierro…
Fu-Manchú no es un antihéroe, sino un héroe (también hay héroes malos) de la novela y el cine popular. Pero éste no es un ensayo sobre la novela y el cine popular, y ni siquiera es un ensayo sobre Fu-Manchú, el personaje creado por Sax Rohmer. Desde su aparición en 1913, el personaje de Rohmer se ha multiplicado en novelas, películas, cómics y programas de radio, pero éste tampoco es un ensayo sobre el universo del Dr. Fu-Manchú.
El mundo volverá a saber de mí es un ensayo sobre el problema del mal, entre otras cosas, que utiliza como hilo conductor seis divertidas, locas y baratas películas protagonizadas por Fu-Manchú, un genio del mal que busca la destrucción de Occidente y de su archienemigo, el detective de Scotland Yard Sir Dennis Nayland Smith. Películas no tanto de serie B como de cine de barrio, cine popular. Merece la pena pasar un rato con Fu-Manchú aunque sólo sea porque el bigotudo criminal chino nos ofrece la oportunidad de emplear la hermosa palabra “insidioso”.
Insidioso: que arma asechanzas, malicioso o dañino con apariencias inofensivas. Además, el insidioso Dr. Fu-Manchú cuestiona la omnipotencia y bondad divinas, pone en aprietos a Sócrates, perturba a san Agustín, aprieta las tuercas al mejor de los mundos posibles de Leibniz, desconcierta a Hannah Arendt y tiene la cara de Christopher Lee y Boris Karloff. El mundo volverá a hablar de Fu-Manchú…

El largo (y patético) adiós es -¿qué le vamos a hacer?- la narración de un declive, la historia de un ocaso, el del cine de géneros europeo, contemplada desde múltiples perspectivas. En sus páginas se mezclan distintas generaciones, desde la que asistió a la debacle en vivo y en directo en salas que iban desapareciendo, hasta la que solo lo pudo “recuperar” en los videoclubs (poco antes de que también empezaran a desaparecer) y, finalmente, la que lo va “descubriendo” en internet… Se mezcla también la mirada académica con la de la crítica especializada y la de la creación audiovisual del presente. Se entrecruza el enfoque instrumental del cine como recurso educativo con la voluntad descriptiva o la simple apetencia de efímero disfrute. Se amalgaman los hálitos de quienes viven (o procuran aún hacerlo) del cine y su entorno con los de la simple afición desinteresada…
Mezcla, cruce, amalgama que se enfrentan, desde la voluntad y la palabra de Jesús Parrado, Fernando Cuesta, Jesús Palacios, Aquilina Fueyo, Gonzalo López, Covadonga Linares, Isabel Hevia, Enol Junquera, Adrián Alonso y José Ignacio Fernández del Castro, al inabarcable caos derivado de todo proceso agónico… Y no lo hacen por un bondadoso deseo de “acompañar al difunto y a sus deudos en el sentimiento”, ni por mera diversión necrófaga o algún afán de notoriedad friki, sino con la esperanza de extraer de ese caos algún orden capaz de insinuar claves que permitan saber, con cierto rigor más allá de tópicos y mitos, lo que pasó… Para contribuir a que no se repita. Y a que podamos seguir divirtiéndonos, aunque el pasado nunca vuelva.

AUTORES:
JESÚS PARRADO (GIJÓN, 1963)
FERNANDO CUESTA (GIJÓN, 1955)
JESÚS PALACIOS (MADRID, 1964)
AQUILINA FUEYO (TUILLA –LANGREO, 1962)
GONZALO LÓPEZ (BARCELONA, 1977)
COVADONGA LINARES (LUGONES, 1987)
HEVIA ( ANTROMERO –GOZÓN, 1982)
JUNQUERA (GIJÓN, 1990)
ADRIÁN ALONSO (GIJÓN, 1982)
JOSÉ IGNACIO FERNÁNDEZ DEL CASTRO (GIJÓN, 1959)

2ª edición.
“El cine permite pensar las cosas”. Estas palabras de Jean Luc Godard inspiran el libro The Horror! The Horror! Variaciones sobre Apocalypse Now, un ensayo del profesor y experto en cine Vicente Domínguez que combina filosofía, historia y literatura. El autor recorre el filme de Francis Ford Coppola ambientado en la guerra de Vietnam desde una perspectiva inédita y alejada de tópicos para adentrarse en la sociedad americana, la contracultura, el colonialismo y los conflictos bélicos, entre otros temas. Esta obra cuenta además con la colaboración del guionista y crítico de cine Fernando de Felipe y del poeta Fernando Beltrán.
Vicente Domínguez, profesor de Filosofía en la Universidad de Oviedo, omite escrupulosamente cualquier referencia cinéfila sobre Apocalypse Now, una de las obras cumbre de la historia del arte cinematográfico, lo que convierte a este ensayo en una propuesta de análisis fílmico totalmente atípica en el ámbito de los estudios culturales del cine, en el cual el autor posee una acreditada trayectoria de publicaciones especializadas.
The Horror! The Horror! Variaciones sobre Apocalypse Now descubre en la obra de Coppola, quizá por primera vez, algunas de las palabras que el actual Secretario de Estado de los Estados Unidos, John F. Kerry, pronunció ante el Comité de Asuntos Exteriores del Senado americano, presidido por William Fulbright, como portavoz del movimiento civil antibélico Vietman Veterans Against the War.

Coordinador durante una década de la sección Universo Media del Festival Internacional de Cine de Gijón, Vicente Domínguez toma prestadas las palabras de D. H. Lawrence para defender que “un libro solo vive mientras tiene el poder de conmovernos, y conmovernos de modo distinto; mientras lo en¬contramos diferente cada vez que lo leemos”. The Horror! The Horror! Variaciones sobre Apocalypse Now tiene tantas lecturas como temas diferenciados.
Sin solución de continuidad, pues no tiene ni capítulos ni epígrafes, este ensayo entremezcla la obra de Coppola y El corazón de las tinieblas de Josep Conrad con el objeto de subrayar los temas universales que abordan, evitando deliberadamente las habituales comparaciones entre obras literarias y cinematográficas destinadas a poner de manifiesto los puntos de coincidencia y las desviaciones.
The Horror! The Horror! Variaciones sobre Apocalypse Now recorre la contracultura de los sesenta en Estados Unidos, los movimientos por los derechos civiles pacíficos y violentos, el black power, el colonialismo francés en Indochina y Argelia y el Americano en Filipinas, el complejo militar industrial americano, el complejo militar universitario que llevó a la invención del Napalm y la primera prueba de esta mortífera gasolina gelatinosa en el apacible campus de la prestigiosa universidad bostoniana de Harvard, o la explotación criminal Bélgica del Congo a finales del siglo XIX y principios del XX por parte de Leopoldo II. Estos son solo algunas de las variaciones que están inequívocamente implícitas en Apocalypse Now.
El libro cuenta, además, con la colaboración especial de Fernando de Felipe y Fernando Beltrán, que aportan sus personales variaciones sobre el filme de Coppola. Fernando de Felipe, autor de cómics como El hombre que ríe, Museum o Black Deker y guionista del filme Darkness, de Jaume Balagueró, ofrece su particular visión de algunas escenas de Apocalypse Now en viñetas. Por su parte, el poeta Fernando Beltrán, fundador del estudio creativo El nombre de las cosas, se atreve con un poema inspirado en la película.

-- Vicente Domínguez (1963) es Doctor en Filosofía y Profesor Titular de Filosofía de la Universidad de Oviedo. Sus ámbitos de estudio preferentes son la filosofía griega y la filosofía y el cine, materias sobre las que imparte docencia de grado y postgrado en la Facultad de Filosofía y Letras. Entre 1998 y 2007 coordinó la sección Universo Media del Festival Internacional de Cine de Gijón, que reunió a lo largo de diez años a los principales críticos cinematográficos del país, además de escritores, filósofos, historiadores o psicólogos, para dialogar de forma monográfica y transversal de cómo el cine, la filosofía, la literatura o la psicología habían pensado y representado temas como el dolor, el miedo, el mal, la alucinación, el deseo o lo tabú.

El cine se utiliza cada vez más como una herramienta al servicio de la educación, los profesores insisten en sus virtudes didácticas y no cabe duda de que en las obras cinematográficas se esconden importantes enseñanzas. Es un arte, pero ¿es también una forma de conocimiento? Hasta qué punto el cine puede ser tratado como una ciencia? Esta pregunta nos lleva hasta los orígenes de la Poética con Aristóteles, que fue el primero que atribuyó a la Poética un carácter más científico que el que cabría atribuir a la Historia. Analizamos la idea de la Poética, con la ayuda de Francisco Adrados, y la ontología materialista de Gustavo Bueno, indagando sobre el núcleo, el cuerpo, el curso y los orígenes antropológicos de la Poética en sus diversas manifestaciones históricas, para concluir que el cine es la poética del siglo XX. A partir de aquí, la Teoría del Cierre Categorial de Gustavo Bueno es la que se encargará de determinar, según nuestra interpretación particular, el campo gnoseológico del cine. Comenzamos analizando la cuestión de la verdad en el cine, a partir de la teoría de la mímesis aristotélica con el fin de “darle la vuelta” a esta teoría desde el materialismo filosófico, con el resultado de que el campo cinematográfico está constituido por partes materiales y formales, partes que también constatamos en el resto de las artes, todas ellas articuladas por la idea de la acción en presente dramático, que permitirá englobarlas a todas en el ámbito de las “categorías del hacer”. Después de despejar las partes materiales y formales del cine, ofrecemos una teoría general capaz de organizar ese campo cinematográfico y los géneros tradicionales según los principios ontológicos propuestos, con la introducción de dos correcciones semánticas acerca del carácter propio e impropio de la cinematografía, junto con su condición de drama o tragedia en el sentido que propone Eugenio Trías. La tarea final consistió en analizar sistemáticamente desde la teoría del cierre categorial la cuestión de la verdad, para determinar la existencia de un tipo de identidad sintética (la identidad sintética procesual finalista) en toda película. El cine, según esta teoría de la verdad, se nos presenta, por tanto, como una genuina ciencia de las llamadas “humanas” y, en virtud de ello, se analiza el carácter inestable propio de todas las ciencias humanas, desde el punto de vista metodológico, en el campo cinematográfico, clasificando en los distintos estratos metodológicos las distintas modalidades del cine.